Se espera que en los próximos 60 a 90 días se empiece a embarcar carne a Estados Unidos. Actualmente, son solamente diez plantas las que conservan sus habilitaciones para exportar a este país; de igual manera, se confía que a lo largo del año se sumen otras.
Cabe destacar que la oferta de carne vacuna en mencionado país ha crecido un 3,3% este año y se espera que siga creciendo el año próximo (alrededor de un 2% más). Además, la faena de vacas (que comprende el mismo tipo de carne que hoy se importa) es muy alta, porque el ciclo ganadero está en una fase próxima a la liquidación. Estos dos factores forman un panorama desalentador para el mercado de carne importada del país norteamericano.
Por otra parte, existe hoy en día una gran oferta de carne de pollo y cerdo, en un país donde la población consumidora es muy sensible a los cambios de precios relativos entre las tres carnes principales (vacuno, pollo y cerdo).
Podemos decir, teniendo en cuenta los primeros sondeos que se hicieron de industriales argentinos en el mercado estadounidense y se observa además lo que ya está exportando Uruguay, que en una primera etapa se embarcarán cortes magros del cuarto delantero, y cortes de la rueda (bola de lomo, cuadrada). También podrían comprender en este primer embarque, volúmenes acotados de bifes y lomos.
Puede esperarse también que se embarque cortes de kosher, provenientes de novillos de feedlot, para la gran comunidad judía que integra Estados Unidos. Asimismo se podrían colocar volúmenes de entraña, corte/achura, que es muy popular hoy entre los habitantes del país del Norte, tanto en parrillas como en supermercados.
Una de las cosas que más expectativas abre, es la provisión de carne vacuna criada a pasto, que es una demanda local muy grande.
Cabe mencionar que existe una demanda muy grande de carne “orgánica” o “natural”, que en dicho país es muy costosa de producir y que actualmente la están proveyendo Australia (que por año está vendiendo unas 65 mil toneladas peso producto de precio medio de enfriados y animales alimentados a pasto) y Uruguay que este año colocará carne por un valor de 220 millones de dólares.
En otro contexto, la situación de la carne en Argentina no es muy alentadora, en los últimos tres años se ha registrado un fuerte cambio en los precios relativos del novillo y del ternero en relación a la inflación y a los insumos.
Tomando como base octubre de 2015, la inflación es del 168%; el precio del novillo de Liniers subió 118% y la cotización del ternero de invernada fue del 79%. Otro de los costos por debajo de la inflación fue el de personal, que se ubicó en 129%, mientras que costos como ser el de pasturas, gasoil y silos, se ubicaron por encima de la inflación.