Las preocupaciones a una rápida propagación del coronavirus generaron pánico en las últimas cuatro sesiones del mercado bursátil. El índice VIX de volatilidad ha registrado la mayor suba semanal existe el propio índice.
Precisamente, a lo largo de esta semana los inversores han pasado de la complacencia absoluta en relación al potencial impacto económico de una posible pandemia provocada por el Covid-19 a descontar el peor de los escenarios: una recesión global.
En el caso concreto del S&P 500, ya pierde el 12% desde su reciente máximo histórico. El principal factor sigue siendo, el temor a que las medidas adoptadas para controlar la expansión del coronavirus acaben teniendo un impacto significativo en el crecimiento económico global y en los resultados empresariales.
En medio de esta situación, aunque los bancos centrales parecen querer seguir transmitiendo un mensaje de calma (el Banco Central Europeo ha dicho que, por el momento, no habrá cambios en la política monetaria por la evolución del coronavirus), los analistas señalan que existe una probabilidad del 80% a que la Reserva Federal estadounidense (Fed) baje los tipos de interés en su próxima reunión del 17 y 18 de marzo.
En este contexto, las bolsas europeas abrían con un descenso del 3%, adentrándose más profundamente en el territorio de la corrección (una pérdida acumulada durante varias sesiones de entre el 10% y el 20%), con el temor de los inversores a que la propagación del coronavirus por todo el mundo desemboque en una recesión global.
Por último, las acciones chinas se desplomaron para cerrar su peor mes desde mayo del año pasado, debido a los temores de que el brote de coronavirus se convierta en una pandemia, lo que provocó que el índice referencial del mercado descendió un 3,55% a 3.940,05 puntos, mientras que el Shanghai Composite dejó un 3,71% a 2.880,30 unidades. En Japón, el Nikkei perdió un 3,67% a 21.142,96 puntos. Por su parte, el petróleo cae 3% y el oro cotiza con una baja de 0,7%.