En un comunicado emitido por el Ministerio de Economía, se afirmó que el acuerdo alcanzado con los acreedores mayoritarios de la República se produjo respetando los marcos de sostenibilidad de la deuda elaborado por el Ministerio de Economía y el FMI.
De esta forma, la reestructuración permitirá reducir el interés que pagan los títulos externos a una tasa promedio 3,07% cuando la deuda anterior pagaba cerca del 7% (en dólares estadounidenses) y en el frente externo implica una fuerte liberación de pago para los próximos cinco años, pero a partir de 2028 volverán los vencimientos abultados. En tanto, la reestructuración de la deuda local liberará compromisos por más de u$s 30.000 millones hasta 2024.
El acuerdo económico por la renegociación con los tenedores de bonos de ley extranjera anunciado por el Gobierno y un exitoso canje de los títulos públicos bajo legislación local en los términos de la reestructuración de la deuda sancionada en el Congreso liberarían a Argentina de pagar a privados unos u$s 35.000 millones hasta 2024 inclusive, entre amortización e intereses, pero los vencimientos se concentran a partir del año 2025.
Perfil de vencimientos de deuda
En números concretos, si consideramos el trato equitativo para el canje local, el alivio para los próximos 5 años totaliza los u$s 42.500 millones. Si consideramos el canje de títulos externos junto con el de deuda local en moneda extranjera, la Argentina tendrá un alivio financiero de u$s 37.700 millones en el período 2020-2030
El dato se desprende a partir de la comparación con el perfil de vencimientos original, que implicaba para la deuda bajo ley extranjera, entre capital e intereses, compromisos por u$s 31.117 millones y otros u$s 32.538 millones para los títulos de legislación argentina por los próximos cuatro años y cinco meses.
En definitiva, el acuerdo, le da cuatro años al Gobierno para tratar de solucionar los problemas macroeconómicos y retornar al mercado de capitales. Porque a medida que avancen los pagos, será vital poder emitir deuda para refinanciar los pagos que se deberán afrontar y reordenar las cuentas públicas.