Según datos de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), en los últimos tres meses se derrumbaron las exportaciones de harina de trigo por la baja de los reintegros y la suba de retenciones.
Entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2017, las ventas al exterior de harina de trigo se ubicaron en 157.317 toneladas. Mientras que en el mismo periodo de 2018 cayeron a 105.493 toneladas, una merma de casi el 33%.
Las exportaciones de harina tenían reintegros del 3%, pero en agosto pasado el gobierno las redujo al 0,75%. En tanto que en septiembre se implementaron retenciones de 3 pesos por dólar exportado.
En 2017, las ventas al exterior de harina de trigo, estuvieron medidas en equivalente trigo, en casi un millón de toneladas por US$350 millones. De esa manera, nuestro país se ubicó como cuarto exportador de harina. Mientras que este año, podía superar esa marca, pero las medidas oficiales complicaron el escenario.
El año pasado, las exportaciones de harina por su volumen equivalente trigo fueron las más altas de los últimos cinco años. En 2012 se ubicaron en 1,2 millones de toneladas, pero ante la medida del gobierno anterior de hacer más estrictas las trabas para exportar, se fue perdiendo volumen.
Desde el sector lamentan que se haya cortado el envión que se traía para posicionarse y pelearle a Turquía el primer puesto de exportador de harina, siendo un mercado de 6 mil millones de dólares. Así mismo destacan que la actividad logró crear en 2017 unos 3 mil empleos con más exportaciones.
Además, según manifiestan, otro punto a tener en cuenta es que la devaluación no compensó la baja de reintegros y la suba de retenciones, ya que solo la mano de obra que representa un 5% del costo de producción, tiene valor pesificado, en tanto que el trigo, un 80% del costo total, está dolarizado.