La innovación local se aceleró, desde llevar los sistemas a la nube modernizando su arquitectura y orientándola a microservicios hasta la incorporación de inteligencia artificial para ofrecer productos más personalizados e hiperautomatizar procesos.
En este contexto, Microsoft presentó las tendencias y los escenarios que habilitan la innovación financiera, ayudan a los bancos a adoptar nuevas tecnologías y trazan una hoja de ruta para la transformación digital de la industria de cara a los próximos años. En Argentina la mayoría de los bancos tradicionales aceleraron estos procesos durante la pandemia.
“Con una nueva década que comienza, y ante un panorama sin precedentes tras la irrupción del coronavirus, la industria financiera cuenta con la oportunidad de aprovechar la aceleración en adopción de la nube para modernizar arquitecturas, orientándolas a microservicios y potenciarlas con inteligencia artificial para mejorar la competitividad, impulsar el crecimiento, perfeccionar las experiencias de los clientes, adaptarse rápidamente a los cambios en las regulaciones y prevenir ciberdelitos”, destacó Fernando Andrés, director de Negocios y Grandes Empresas de Microsoft Argentina.
Ahora, casi todos los productos y servicios ofrecidos son de base tecnológica. Esto significa que muchos procesos comienzan a automatizarse y a incorporar tecnologías como la IA, que son más ágiles y seguras. Los escenarios y tendencias que vienen para esta industria encuentran en la tecnología un puente para el desarrollo, tanto de las organizaciones, sus modelos de negocio, como de sus trabajadores y clientes. Los cinco escenarios para la nueva banca son:
- Ofrecer experiencias diferenciales a los clientes. La actualidad presenta múltiples desafíos: por un lado, la experiencia de los clientes está en permanente cambio; por el otro, las nuevas generaciones carecen de un sentido de pertenencia con las marcas financieras.
- Modernizar los sistemas y servicios bancarios. Cuando ingresan mayores jugadores al mercado, la oferta de productos se intensifica. Por eso, la agilidad para ofrecer nuevos productos y servicios que se conecten con la necesidad de los usuarios será clave en esta nueva etapa. La incorporación de la colaboración digital y la automatización para realizar ciertas tareas serán un área de gran oportunidad para los bancos.
- Manejo de riesgos y reacción al contexto. Ante contextos inéditos, vaivenes recurrentes y dinámicas propias del mercado, las tecnologías de nube e inteligencia artificial aportan servicios útiles para comprender cómo se utiliza el capital y proporcionar informes sobre capital y riesgos cuando sea necesario. Estas tecnologías permiten:
- Escalar procesos para que los analistas puedan crear escenarios con infinitas posibilidades para gestionar el riesgo con mayor precisión.
- Realizar auditorías para identificar cargas de trabajo innecesarias que permitan reasignar recursos y ocuparlos en tareas claves.
- Desarrollar nuevas aplicaciones de riesgo para llegar a más clientes. Mejorar la postura de riesgo no financiero y garantizar el cumplimiento del GDPR.
- Proteger los datos confidenciales contra pérdidas y amenazas externas para cumplir con los requisitos de ciberseguridad.
- Sentar las bases para operaciones ágiles y seguras con identidad moderna, protegiendo y respetando la privacidad de usuarios y clientes.
- Ciberseguridad. Durante los primeros meses de pandemia, Microsoft detectó cada día 60.000 mensajes con archivos o links maliciosos relacionados con el COVID-19. Esto pone en riesgo a cualquier institución.
- Escenarios laborales híbridos: entre el trabajo remoto colaborativo y presencial
Como resultado de las medidas sanitarias para enfrentar la crisis del COVID-19, muchas personas pasaron a trabajar desde sus casas y, con esto, aumentaron las ventas y servicios a distancia. Este escenario marca una clara tendencia a corto y mediano plazo: todo se vuelve más remoto que antes. Casi tres de cada cuatro directores de empresas financieras tienen planes de trasladar al menos el 5% de su personal a puestos remotos permanentes. Y casi el 25% de los directores financieros planean trasladar al menos el 20% de los empleados de oficinas a trabajar remoto de forma permanente.
En Argentina, la mayoría de las empresas sostienen que el teletrabajo se irá imponiendo como nuevo escenario laboral sin descuidar los contactos presenciales y encuentros de oficina. Por eso, se avanza hacia un modelo híbrido que combina entornos físicos y digitales. El futuro del trabajo ya llegó: las herramientas y estrategias de otras épocas no van a funcionar en los espacios de trabajo modernos.
En síntesis, en un mundo hiperconectado, cada vez más bancos realizan elecciones más amplias de plataforma de nube (ya no solo como infraestructura) y extienden su inversión a soluciones de trabajo colaborativo, productividad, datos e inteligencia artificial.