Investigadores del INTA San Luis estudia cómo influye la alimentación de las vacas en la cantidad de metano que liberan al ambiente. En este sentido, el análisis de las raciones es fundamental para corregirlas y mitigar su impacto negativo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mejor conocida como FAO, los mercados ganaderos emiten aproximadamente el 14 % de los gases de efecto invernadero (GEI) –producidos durante la digestión y la descomposición del estiércol–.
Es así como el INTA busca precisar cómo influye la alimentanción en la cantidad de gases que liberan los rodeos para evaluar la eficiencia de las dietas y disminuir los impactos negativos en el ambiente. En este sentido, la especialista en nutrición animal del INTA, Laura Guzmán explicó los alcances de sus estudios: “De acuerdo con los resultados preliminares, la cantidad de metano emitido varió de 7 a 25 %, según las proporciones de las raciones estudiadas” y agregó: “Las dietas más concentradas y de mejor calidad son más eficientes en la conversión debido a que disminuyen la emisión de metano; en cambio, las que incluyen una pastura diferida, es decir, más fibra favorecen la emisión de este gas”.
Uno de los experimentos realizado consistió en ocho novillos de la raza Aberdeen Angus de 14 meses de edad con 280 kilos de peso vivo. Se analizaron tres secuencias diferentes y se asignaron dos animales a cada tratamiento. La especialista explicó: “Este método permite evaluar las dietas proporcionadas y combinar alimentos en función de la generación de metano que se provoque durante la fermentación en el rumen”.
El estudio elaborado por Guzman y su equipo busca entender cómo es el proceso de fermentación a partir del que se generan los gases dentro del rumen de animales con distintos porcentajes de gluten feed húmedo de maíz. “Las proporciones fueron 20, 50 y 85 % en base seca”, y añadió: “Se determinó la calidad nutritiva de todos los tratamientos”.