La triquinosis es una zoonosis y las personas se contagian al consumir carne cruda o insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, principalmente jabalíes y pumas (en forma de chacinados, embutidos y salazones) que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género Trichinella.
Cabe remarcar que esta enfermedad tiene un fuerte impacto en la salud humana. Y en consecuencia, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda medidas para quienes consumen productos porcinos y derivados, las personas que elaboran chacinados (como chorizo seco, salame y longaniza), los productores y tenedores de cerdos y los cazadores.
Vale señalar que la salazón de la carne, su congelamiento en un freezer común, el ahumado o la cocción en microondas no son métodos seguros para alcanzar la destrucción del parásito.
Para prevenir la triquinosis, el Senasa recomienda las siguientes medidas:
– Consumidores: Adquirir solamente productos rotulados procedentes de establecimientos habilitados y no de lugares informales en los que no se puede demostrar la inocuidad y la trazabilidad del producto. Cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado (esta cocción indica que se alcanzó una temperatura que mata las larvas que transmiten la enfermedad).
– Elaboradores de chacinados: Verificar previamente que la materia prima sea apta para consumo humano a través de la prueba de digestión artificial. Nunca consumir o comercializar estos productos hasta confirmar que el diagnóstico resultó negativo a triquinosis.
– Criadores: Realizar una prueba diagnóstica luego de la faena y antes de la preparación y consumo de chacinados. Mantener el ambiente de crianza en condiciones higiénico-sanitarias apropiadas, alimentarlos adecuadamente y evitar que estén en contacto con la basura e ingieran desperdicios; también, combatir la presencia de roedores, posibles portadores de la enfermedad a los porcinos.
– Cazadores: Someter sus muestras a la prueba de la digestión artificial. No abandonar las carcazas, ni utilizarlas como alimento para los cerdos domésticos.