Tras el escándalo que estalló hace algunas semanas de “Los cuadernos de la corrupción”, Sergio Shocklender aseguró que “la plata grande no entraba a la Argentina. Se manejaba a traves de transferencia desde el exterior.
Shocklender, quien fue apoderado de Madres de Plaza de Mayo sospechada de corrupción por financiamiento ilícito de la fundación Sueños Compartidos, dijo que “la plata que se movía en bolsos era el cambio chico, para el manejo de la politiquería interna y enriquecimiento de algunos funcionarios”
“Todo salía a traves de Secretaría de Obras Publicas. La recaudación era para pagar sobresueldos de una enorme cantidad de funcionarios y para intervenir en campañas políticas”, dijo.
En declaraciones a radio CNN Fisherton, Shocklender indicó que Néstor Kirchner “recaudaba y ordenaba a cada área que también lo haga”. También indicó que todo se empezó a descontrolar cuando murió el ex presidente.
“Mientras vivió Néstor, apoyó el programa. El problema fue cuando se murió, sobrevivimos tres meses tranquilos. Pero la tensión fue tanta, vinieron por mi cabeza. coherencia y proyecto politico que implicaba la recaudacion”, describió Shocklender.
El ex apoderado de Madres duda que la causa “Los cuadernos de la corrupción” sea la mayor obra de corrupción del kirchnerismo. Apuntó a las grandes empresas y a las omisiones de controles y “protección” de Ricardo Echegaray, ex titular de la Administración Federal de Impuestos (AFIP).
“El gran robo en este país no fueron los sobreprecios y coimas en obra publica. Fue la enorme evasión impositiva de grandes grupos económicos ¿Quién controla la cantidad de granos que cargan en puertos, silos propios y barcos propios? ¿Quien controla produccion de mineras?”, se preguntó Shocklender.
También puso foco sobre otras áreas, que a su juicio, todavía no fueron investigadas: las empresas del Estado y los créditos del Bicentenario, creados en 2012.
En relación a estos últimos, Shocklender opinó que “cuando Néstor muere, inventaron los creditos del bicentenario. Salían con firma de Amado Boudou (ex vicepresidente), Débora Giorgi (ministra de Producción) y Guillermo Moreno (ex Secretario de Comercio), y aprobados por Cristina Fernández de Kirchner. Son sumas incalculables. Algunas para empresas de primera línea. Otras, iban a cooperativas misteriosas que aparecían en distintos lugares del país”.