Fitch Raiting, la corporación financiera reconocida a nivel mundial, mantuvo la calificación de deuda de largo plazo en moneda extranjera de Argentina en B, pero redujo la perspectiva de Argentina de estable a negativa. Según la entidad, esto se debe a la debilidad de la actividad económica y las perspectivas inciertas de una consolidación fiscal.
La agencia tiene la certeza de que, en 2019, el gobierno logrará el ajuste fiscal previsto en el Presupuesto y que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional ayudarán a cubrir el financiamiento necesario por completo. Sin embargo, para el 2020, las perspectivas de una mayor consolidación fiscal, recuperación económica y restauración del acceso al mercado externo son inciertas y es probable que sean sensibles al resultado de las elecciones presidenciales en Argentina que están programadas para diciembre del año que viene.
En este marco, la agencia advirtió mediante un comunicado; “La intensa inestabilidad macroeconómica de 2018, marcada por una depreciación importante del peso, ha debilitado dramáticamente las perspectivas de crecimiento a corto plazo de Argentina”. De hecho, Fitch estima que el PIB real se contraerá 2,7% en 2018 y 1,7% en 2019, en consecuencia de la falta de confianza y deterioro de los ingresos reales por la incontrolable de la inflación.
Si bien la confían en la gestión del gobierno actual va a cumplir sus ambiciosos objetivos en materia de consolidación fiscal en 2019, estiman que la inflación cerrará 2018 con un 47%.