En el día de ayer, los inversores locales estaban atentos a las declaraciones del FMI sobre la sostenibilidad de la deuda del país -que atraviesa una grave crisis económica- y a la eventual recomendación de una fuerte reestructuración de pasivos tras las reuniones de una misión del organismo con funcionarios en Buenos Aires.
“La deuda argentina no es sostenible. En consecuencia, se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados”, señaló el FMI en un comunicado.
La misión del FMI, que permaneció una semana en Buenos Aires para reunirse con funcionarios de la gestión de Alberto Fernández, consideró que el superávit primario necesario para reducir la deuda pública -que llegó a cerca del 90% del PIB- e impulsar el crecimiento “no es económicamente ni políticamente factible”.
Además, mencionó que “continuará dialogando “estrechamente” con las autoridades argentinas y que su directora gerente, Kristalina Georgieva, se reunirá en el próximo encuentro del G-20 con el ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, para evaluar los pasos a seguir”.
Por último, el organismo internacional dijo que “se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad. El personal del FMI hizo hincapié en la importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda”.