“Nunca fue fácil la relación entre Argentina y el Fondo Monetario, tiene toda una historia. Ahora estamos en medio de una negociación en la que el país está buscando una financiación adicional. Además este año vienen vencimientos muy fuertes de préstamos anteriores que el Fondo había otorgado, hay tensiones”, comienza explicando Marx sobre lo difícil de la coyuntura económica.
Consultado sobre las trabas para lograr un acuerdo, el economista detalla que “el Fondo dice que está reclamando un programa integral, mientras Argentina dice que ya puso sobre la mesa todo lo que puede hacer. Y los tiempos se van acortando”.
Asimismo, Marx dice que “Argentina está utilizando reservas para amortizar vencimientos y distintos pagos, pero viene un pago importante a fines de marzo y para eso hay dos opciones: o se tiene un acuerdo con el FMI y el fondo desembolsa, o se entra en una relación tensa lo que significa que ese vencimiento no se pague y sería catalogado eventualmente como atraso (protracted arrears). Ahí sí se haría muy difícil retomar la negociación”.
Por lo tanto, el proceso actual conlleva “opciones que significan presiones sobre el tipo de cambio, sobre la inflación, por más que el gobierno tenga controles de capitales implementados. La gente ajusta algunos precios con el tipo de cambio informal y eso a su vez paraliza el crédito y hace mas difícil la actividad económica”. relata Daniel Marx.
La inflación cerró en torno al 50% y no parece tendiente a bajar. Ante la duda si el gobierno puede controlarla mediante precios cuidados o acuerdos sectoriales; o necesariamente tiene que haber un programa de política monetaria y fiscal, el economista sentencia que si bien “la inflación es un fenómeno que tiene origen monetario, que a su vez tiene que ver con la evolución fiscal y el dinero que el BCRA le entrega al tesoro para funcionar, también tiene que ver con las variaciones en el tipo de cambio: si la gente se siente inquieta con los pesos los gasta mas rápido y busca moneda extranjera y eso también genera inflación aunque la oferta monetaria esté mas controlada”.
Ante la pregunta de si se puede crecer con una brecha cambiaria del 90%, el especialista analiza que “en el corto plazo hay mayor actividad por lo dicho sobre sacarse los pesos. Eso genera cierta actividad económica, sumada a las aperturas varias de actividades post pandemia; pero esto tiende a agotarse en el largo plazo si no se contemplan los equilibrios de producción, oferta monetaria, inversiones, credibilidad del peso y un sendero fiscal compatible con esas situaciones”.
Marx no cree que la situación actual sea una “tormenta perfecta” ya que “Argentina ha pasado por momentos peores en lo que hace a la situación externa, en no todos les fue bien obviamente, pero las tasas de interés en el mundo siguen bajas, los precios de los productos agrícolas han caído respecto a los picos pero están bastante mas alto que el promedio histórico y hay dinero abundante en el mundo. Eso puede transformarse en inversiones en la Argentina si se dan las condiciones”, enumera con cierto optimismo.
En cuanto a una recomendación para los empresarios y productores locales, el exfuncionario aconseja “acordar un rumbo y ser consistentes en su implementación: que sirva para movilizar los recursos. Y esa es una decisión política que tiene que venir de la sociedad en gran medida. El gobierno tiene el rol de guiarlo y ejecutarlo, pero también podemos ayudar desde la sociedad civil para que esto se ponga en marcha”.