Sólo 72 horas fueron suficientes para que la provincia de Santa Fe acumule entre 220 y 330mm de agua, producto de las precipitaciones del fin de semana pasado. El núcleo duro de este bloqueo húmedo castigó con una crudeza inusitada a la provincia. Hasta el lunes habían llovido de 150 a 230 mm en los departamentos más afectados. Pero tras 24 horas más de lluvias, los acumulados finales que dejó el temporal ascendieron a 280 y 350 mm.
En consecuencia, se producirían efectos poco favorables para la producción de algunos cultivos. Los más complicados son el trigo y la soja, ya que no sólo los cuadros recién sembrados de la oleaginosa están en riesgo, sino que también lo están los cultivos que tienen algunas semanas más creciendo. Sin embargo, todavía habrá que esperar algunos días más para que los ingenieros del área puedan volver a salir a los campos para evaluar la magnitud de lo ocurrido.
Asimismo, será necesario aguardar una semana para continuar las siembras y empezar los trabajos de resiembra. Lo único certero hasta el momento que el ciclo de la soja se va a atrasar, y el potencial decae al retrasarse la fecha de las siembras óptimas, por lo que esto va a incidir en el potencial productivo de Argentina.
Finalmente, vale mencionar que para los próximos días se esperan condiciones de tiempo más estables para la región centro. De todos modos, hay que destacar la presencia de algunas precipitaciones aisladas durante el próximo sábado, pero se tratará de lluvias con fenómenos poco significativos y recostados sobre el sur de la zona núcleo.
El informe completo de GEA.