En el marco de la apertura del Congreso Internacional de Innovación Láctea (CIIL), organizado en conjunto por la Bolsa de Comercio de Rosario, Adecoagro, el Banco de Alimentos Rosario (BAR) y Grupo Chiavassa tiene como objetivo generar una instancia para el desarrollo y tratamiento de temáticas vinculadas a la innovación en el rubro lácteo, Pedro Tarak, co fundador de Sistema B y Puentes Globales explicó la nueva genérica empresarial de las Empresas de Triple Impacto que integran un cambio de paradigma a nivel mundial.
«Cuando yo nací éramos 2.700 millones de personas hoy somos un poco mas que 7.300 millones de personas y seguimos teniendo la misma lógica y mentalidad de crecimiento infinito en una realidad finita que es la Tierra. Esto hace que pensemos que quizás la manera de habernos organizado desde la política, empresas y ONGS ya no se la mas óptima para poder dar respuesta en este momento a los problemas gigantes que tenemos a nivel global y local. Entonces, soy un ciudadano que desde el movimiento empresarial y el desde el mundo de la inversión estamos repensando que significa crecer hoy en día, si más es mejor y cuál es el sentido del éxito de una empresa«, explicó el especialista.
Pedro Tarak también fue presidente de Sistema B Internacional y consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la OEA y el Banco Mundial. Desde octubre de 2014 es Embajador Global del Movimiento de Empresas B, reconocimiento otorgado por B Lab US.
A su vez, es Miembro del Directorio de la Fundación Wellbeing Economy Foundation en el Reino Unido y co fundador de Emprendia, la primera Empresa B en Argentina, consultora de estrategia y comunicación cuyo propósito es que la sustentabilidad se convierta en core business. y cuenta con una amplia trayectoria en acompañar a diversos emprendimientos y empresas del mundo en su camino de impacto social.
Para comenzar con el panel, Tarak introdujo las principales características de las firmas que pertenecen al Sistema B: «Son empresas que elevaron su propósito a un bien común público, lo han incorporado a sus estatutos y lo han convertido en su núcleo de negocio. De esta forma, los grandes problemas se convierten en una oportunidad de negocio, en una solución que se lleva adelante con todos los actores del mercado».
Asimismo, aseguró que este tipo de empresas » se comprometen a la creación de valor integral de triple impacto, económico, social y ambiental». «Se comprometen jurídicamente a equilibrar los intereses de los accionistas, los colaboradores, los clientes, los proveedores y por supuesto, las necesidades de largo plazo del planeta, rindiendo cuentas en un modo sistemático y haciendo público ese impacto», añadió.
La propuesta de Sistema B apunta a una economía que pueda crear valor integral para el Mundo y la Tierra, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo. Se trata de un movimiento que no es guiado por ninguna ideología o persona en particular. Es motivado por miles de personas que quieren trabajar por un mundo mejor y no solo por un salario.
De esta forma, para el panelista, «Lo clave es que la empresa empieza a transformar su ADN pero sigue siendo empresa: el sentido de las empresas B es que ir moviendo a todas las demás empresas hacia el mismo lugar».
En concreto, la misión del movimiento es apoyar la construcción de ecosistemas favorables para Empresas B y otros actores económicos que utilizan la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.