“Entramos al club de proveedores de los países más exigentes del mundo”, dijeron desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). El presidente del organismo, Ricardo Negri, habló con BCRNews sobre el golpe de efecto que significa la reapertura del mercado estadounidense para la carne bovina argentina, y las chances de que a partir de esta noticia se abran nuevas plazas. “Lo que faltaba era confianza y hemos trabajado mucho para construirla”, aseveró.
“Argentina es desde 2007 un país libre de Aftosa con vacunación y Estados Unidos es libre sin vacunación; desde la década del 30 que no tiene esta enfermedad, por lo cual, es un riesgo alto para ellos desde el punto de vista productivo”, explicó Negri sobre las barreras técnicas que imposibilitaron las exportaciones. No obstante, en el último tiempo, “las restricciones habían sido más políticas que técnicas, de hecho presentamos un reclamo en la OMC, porque se les habían acabado las excusas (…) Esto nos permite mirar hacia adelante con nuestros pares norteamericanos y dejar de mirar para atrás. Era una piedra en el zapato”.
El acuerdo, que llegó luego de arduas negociaciones de SENASA, Cancillería y las secretarías de Agroindustria, Comercio y Producción; posibilita envíos de 20 mil toneladas sin aranceles, más todo lo que puede enviarse por fuera de ese cupo, con aranceles bajos.
Exportación de genética
Otro de los hitos recientes del mercado ganadero argentino fue la apertura del mercado chileno y pakistaní para la genética bovina. “Esa es otra gran noticia, porque estamos hablando del producto de mayor valor agregado por unidad”.
Según Negri, Argentina pasó de ocupar el puesto 18 en el ránking de mundial de la carne, al número 6 en los últimos dos años. “Eso es poner el tema en agenda”, celebró.
Setecientas negociaciones sanitarias en marcha
En cuanto al foco del trabajo del SENASA, el directivo comentó que tienen 700 negociaciones en carpeta, pero son 129 las que tienen prioridad. “Nosotros ponemos atención en la agenda que nos marca Agroindustria, que se basa en criterios de potencialidad, generación de empleo y posibilidad de negocio, ya que hay mercados que pueden abrirse, pero por los aranceles que imponen se vuelven prohibitivos”.
Con esas condiciones en mente, “las negociaciones que más me importan tienen que ver con cítricos dulces, porque implica mano de obra en el NEA, que es una región en donde no estamos tan bien; frutos secos, carne de cerdo a Estados Unidos. Y para la carne bovina, apuntar a México, Japón y Corea del Sur”.