El Observatorio de Cadena Láctea (Ocla) estima que el año cerrará con una producción en torno a 10.500 millones de litros. Además, un aumento del 4% que mayormente lo comprende la suba de las exportaciones.
“Si analizamos el balance lácteo donde el consumo doméstico per cápita tuvo una leve baja compensada en cierta medida por el incremento población, y los stocks no sufrieron variaciones (al contrario serán posiblemente levemente negativos), podemos concluir que todo el incremento de producción fue canalizado por vía de la exportación, que llevaría la participación de estas en el destino de la producción total, del 14,7% en 2017 al 18/19,5% en 2018”, aseguró el Ocla.
En el mismo contexto, la producción de los tamberos argentinos cayó 0,9% en noviembre, con respecto al mismo mes del año pasado, según el tablero de comando sectorial que elabora mensualmente la Dirección Nacional de Lechería.
Asimismo, se registró una paga de alrededor de $9 el litro, 57% más que en noviembre del año pasado. De igual manera, la realidad es que los tamberos siguen perdiendo dinero, debido a la devaluación y a que la mayoría de sus costos, mayormente de alimentación, están dolarizados.
942,6 millones de litros fue el total que los establecimientos lecheros enviaron a las usinas. Fue la primera variación negativa en 12 meses según el Ocla.
El valor pagado por las industrias el mes pasado fue de 23 centavos de dólar, teniendo en cuenta que el cálculo histórico en el cual se basan los productores es de 30 centavos de divisa. Este número es el que necesitan para un funcionamiento sin problemas.
Por otro lado, el empuje exportador de Argentina no alcanza para revertir la mala racha que vienen pasando los tambos, y que además, ha puesto a la lechería en una crisis de la cual no encuentra salida.