En este año, la demanda por la oleaginosa brasileña aumentó con la quiebra en la cosecha de soja de Argentina y la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Esto, aliado al retraso en la cosecha de maíz, hizo que la ventana de exportación de soja, que tradicionalmente ocurre en el primer semestre, se extendiera a lo largo del tercer trimestre. Los embarques de soja en grano siguen en un nivel mucho más alto que en igual período del año pasado, aunque ya están muy por debajo de los observados en agosto.
En el acumulado de 2018, Brasil ya exportó 83,46 millones de toneladas de soja, salvado y aceite, ante 73,313 millones de toneladas en igual período del año pasado. Los ingresos obtenidos con las ventas del complejo en los nueve primeros meses de este año totalizaron 33,60 mil millones de dólares, frente a los 27.720 millones en igual intervalo de 2017.