Existe una gran preocupación por el anegamiento de campos en el norte santafesino. Las intensas lluvias que se registran desde hace unos 20 días, más el escurrimiento de aguas provenientes de Santiago del Estero y Chaco dejó un panorama desolador. Tal es así, que el senador provincial santafesino Joaquín Gramajo, propuso la declaración de emergencia agropecuaria en departamento 9 de Julio.
“En la zona cayeron 500 milímetros y la media anual es de 750 mm”, dijo el legislador en declaraciones al diario El Litoral. Y siguió, “hay en total unas 4.500 hectáreas de algodón perdidas, y corresponden a pequeños y muy pequeños productores. Y ésa es una cifra que no considera las estancias, que han tenido pérdidas mucho mayores, por la superficie de sus campos”.
Los productores de soja tampoco tienen un buen panorama. “Los que recién prepararon el suelo, aplicaron productos fitosanitarios y tenían cultivos en sus primeras etapas los dejó sin nada. Les destruyó todo”, aseguró Gramajo.
Más allá de que la situación se presenta grave en el norte, en el centro y oeste provincial también tienen reclamos por la falta de obras que permitan paliar los fenómenos climáticos. Días atrás, desde la Sociedad Rural de Rosario expresaron su descontento a través de un contundente comunicado, en el que remarcaron que “la insuficiente gestión del manejo de aguas por parte del gobierno provincial se pone de manifiesto en cada lluvia”.