El impuesto que el gobierno presento en el proyecto de presupuesto 2019 caldeó los animos con el campo. Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria, reconoce en dialogo con Clarin que en retenciones, entre el 33% del tope que regirá para la soja y el equivalente a 12% para los otros cultivos, se paga menos que durante el Gobierno anterior. “Al agregar a los campos vamos a estar parejos. Es un golpe para un sector que genera dólares en vez de corridas cambiarias”, amplió.
El fin de la exención a los inmuebles rurales del impuesto a los bienes personales, abrió una grieta entre el Gobierno y el campo. La iniciativa oficial tiene el espiritu de compensar a las provincias luego de que se eliminara el Fondo Sojero.
La alícuota será plana del 0,25% anual. Por cierto, el impuesto a los Bienes Personales, cobrado a nivel nacional, es coparticipable con las provincias. Claro que, según indica el Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), de la recaudación total de Bienes Personales se extrae 1,9% para el fondo de autarquía de AFIP, $3 millones para el Incucai, 6,27% que se reparte entre las Cajas de Previsión Provinciales y Municipales (en aquellas jurisdicciones que no transfirieron su sistema de seguridad social a la nación) y del resto va 1% para un fondo de adelantos transitorios, 41,64% al Tesoro Nacional y 57,36% Provincias.
Dardo Chiesa, presidente de CRA, “Los campos son unidades productivas que ya pagan el inmobiliario rural a precios casi de mercado por el revalúo que han encarado casi todas las provincias. Esto es una doble imposición. Decidiremos en conjunto con otras entidades qué hacer”, soltó a este diario.
Por eso propondrán que el impuesto a bienes personales en el caso de los campos pueda ser descontado del pago de Ganancias.